En un hecho histórico, el gobernador Cláudio Castro sancionó una ley que reconoce a Jesucristo como el Guardián oficial del Estado de Río de Janeiro, una propuesta presentada en 2022 por la diputada Tia Ju, vinculada a la Iglesia Universal del Reino de Dios, y respaldada por influyentes líderes evangélicos como Carlos Macedo y Samuel Malafaia.
La nueva legislación tiene como objetivo inspirar la gestión pública y las políticas sociales del estado, promoviendo valores profundamente cristianos como el amor, la justicia, la compasión y la solidaridad. Según la justificación del proyecto, Jesús es presentado no solo como una figura religiosa, sino como un líder que vivió para servir a los pobres, proteger a los oprimidos y dar su vida por la humanidad.
“Es incontestable que el Estado de Río de Janeiro necesita mucho ser guardado por Aquel que se dispuso a entregar su vida para salvarnos”, afirmaron los parlamentarios que apoyaron la ley.
Aunque la ley fue aprobada, se vetó un artículo que proponía honores anuales obligatorios al nombre de Jesús, bajo el argumento de que el diseño y funcionamiento de las acciones públicas es competencia exclusiva del Poder Ejecutivo.
Este reconocimiento cobra aún más relevancia en medio del contexto actual que vive Río de Janeiro, donde los altos niveles de violencia e inseguridad siguen afectando a miles de ciudadanos. Recientemente, nuevos enfrentamientos entre grupos criminales y la Policía Civil pusieron en riesgo la vida de familias enteras, evidenciando la urgente necesidad de respuestas más profundas a esta crisis.
Ante esta situación, comunidades cristianas locales se han movilizado en oración, clamando por la paz en los barrios y por protección divina sobre los habitantes. Un pastor de la zona declaró:
“Oren para que Dios proteja a los moradores, traiga calma y armonía, y nos dé fuerza para seguir haciendo el bien y alcanzando vidas”.
Con esta ley, las autoridades esperan que el ejemplo de Jesús sea una guía para transformar la realidad social de Río, y un faro de esperanza para quienes trabajan incansablemente en proyectos de fe y servicio en medio de la adversidad.