Cristianos se Unen en Londres para Clamar por Avivamiento Nacional

El pasado sábado, un poderoso mover espiritual se vivió en el corazón de Londres. Cientos de creyentes se reunieron frente al icónico Big Ben, en la Plaza del Parlamento, para levantar un altar público de oración, adoración y proclamación del Evangelio. La jornada fue organizada por el evangelista Daniel Chand y el ministerio Walking Like Jesus, convocando a cristianos de diversas iglesias y trasfondos para interceder por el destino espiritual del Reino Unido.

Durante el evento, resonaron palabras llenas de fe: “Londres le pertenece a Jesús. Esta es una nación cristiana. Nos inclinamos ante un solo Rey: el Rey de reyes y Señor de señores”. Pastores y evangelistas compartieron mensajes de esperanza, oraron por la nación y vieron frutos inmediatos: personas entregando sus vidas a Cristo y testimonios de sanidad en plena vía pública.

Chand dejó claro que esta movilización no respondía a ninguna agenda política, sino a un llamado profético urgente: “Es tiempo de reforma. Es tiempo de avivamiento”. También denunció que la iglesia en el Reino Unido enfrenta una creciente oposición: predicadores arrestados, y principios bíblicos desplazados del ámbito público. “Vemos una cultura que se aleja de Dios. Por eso debemos levantarnos con valor y no callar más”, expresó en sus redes sociales.

A pesar del clima desafiante, muchos líderes perciben una nueva apertura hacia el Evangelio, especialmente entre los jóvenes. El pastor Stephen Johnson, con una década de experiencia predicando en las calles londinenses, afirmó: “Cada vez más jóvenes se nos acercan. Algo está despertando en sus corazones que no veíamos hace unos años”.

Las estadísticas respaldan esta percepción. Según estudios recientes, el porcentaje de jóvenes entre 18 y 24 años que se identifican como cristianos y asisten a la iglesia subió del 4% al 16% en los últimos seis años. En el grupo de 25 a 34 años, el crecimiento fue del 4% al 13%. Este fenómeno ha sido llamado por algunos un “avivamiento silencioso”, que poco a poco está cambiando el panorama espiritual del país.

Mientras tanto, el Parlamento británico también ha comenzado a debatir sobre la persecución a cristianos en el mundo, reconociendo que la libertad religiosa es clave para los derechos humanos. Esto ha generado mayor conciencia sobre la importancia de proteger la fe dentro y fuera de la nación.

Los encuentros como este, impulsados por líderes como Chand, no solo elevan una voz profética, sino que movilizan a miles en oración y acción. La convicción es firme: el Reino Unido aún puede experimentar una renovación profunda si el pueblo de Dios se mantiene firme, orando, proclamando y brillando como luz en medio de los desafíos sociales y espirituales del presente.